El Festival de Sevilla tiene unas bases potentes aunque "tenemos que hacerlo crecer", comenta el nuevo director. Es un Festival con una relevancia singular ya que es el único 100% europeo. El objetivo ahora es que se reconozca no sólo en Sevilla sino en otras ciudades europeas. Otra novedad es la mención especial que el Festival quiere hacer a los nuevos valores cinematográficos y a las directoras, un mundo donde la mujer no suele tener mucha cabida. Asimismo son dos los homenajes que se celebrarán.
Por una parte, el Premio de Honor del Festival recaerá en José Luis Borau, un productor, director, guionista, escritor e incluso actor, que entrará además en la Real Academia Española para ocupar el sillón B. La otra novedad será un homenaje especial a David Lean que este año se cumplen cien años de su nacimiento.
Son muchas las secciones que conforman el Festival, algunas competitivas y otras no competitivas. Entre las competitivas se encuentran la oficial, es decir, los largometrajes de producción europea y nunca exhibidos en España o los documentales, una sección a la que se le quiere dar más importancia, ya que permite ver la realidad y afrontarla de una manera más directa.
Habrá seminarios de carácter cultural donde los estudiantes podrán realizar cursos para conocer más a fondo a los profesionales del cine. Será en Sevilla donde las Academias de Cine europeas se reúnan para discutir sobre los temas concernientes a ellas, y es en este Festival donde la EFA, la Academia del Cine Europeo, elige a los nominados para otorgar los Premios del Cine Europeo de este año.
Dinamarca será el país invitado en esta quinta edición. Un país puntero en el cine en épocas pasadas con su histórico cine dogma, y que trabaja con directores poseedores de un Oscar. Un país que, sin duda, "nos va a aportar mucho", argumenta Martín-Domínguez.
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